Redacción por Cinthia Oviedo - Comunicadora
La adolescencia es una de las etapas más confusas y complejas del crecimiento, un periodo donde nos descubrimos, tratamos de identificar quiénes somos y nos asusta cómo nos ven los demás. Por eso, cuando nos topamos con adolescentes que rompen con esa idea es necesario celebrarlo.
Con su cabello de colores y su facilidad de palabra, Kenny Rodríguez Vega y su familia recargan de buena energía a cualquiera. Con sus historias sobre lo mucho que le gustaba disfrazarse en su infancia para salir a la calle, ya fuera de Superman, Mario Bros, alguno de los Pingüinos de Madagascar o Pinocho y su actitud de no preocuparse por lo que dirían los demás, sino disfrutar del momento y de lo feliz que eso lo hacía es una de sus principales enseñanzas, porque “la vergüenza no existe”.
“Kenny es muy tranquilo, muy pasivo, relajado. En el diccionario de él no existe el “no puedo”. Tiene grandes valores, es muy asertivo y noble, es la parte amorosa de la familia”
Doña Linneth, mamá.
Kenny creció en Coronado y asistió a la Escuela San Francisco cerca de su casa, desde pequeño tuvo un gusto por el arte en sus diferentes formas y supo que quería estudiar en el Conservatorio de Castella.
Las pruebas para ingresar no son sencillas y la situación en su casa no estaba muy bien económicamente para costear unas tutorías o preparación previa. Su mamá, doña Lineth Vega recurrió a varias personas para que lo ayudaran a prepararse, “si no entra a ese colegio no quiere decir que no sea bueno” le repitió varias veces su mamá, pero Kenny logró ingresar y ahora está mejorando sus habilidades artísticas todos los días, con el reto de la virtualidad.
Al inicio no fue sencillo adaptarse a tantos cambios, primero el paso de la escuela al colegio y segundo de las clases en el aula a la virtualidad, además de que no contaba con las herramientas para lograrlo. El apoyo de Edunámica aquí fue fundamental, ya que no tenía una computadora, esa ayuda hizo que pudiera continuar sus estudios y que actualmente esté avanzando con sus materias. Las que más disfruta: Teatro, Acordeón y Literatura.
Kenny tiene una familia bastante grande: sus papás, dos hermanas, un hermano y cuatro sobrinos, se perciben como una familia bastante unida y aunque tienen diferencias importantes de edad, se apoyan y cuidan entre todos.
“Kenny es muy creativo y muy cariñoso, la gente lo percibe como serio, pero eso no quiere decir que no sea amoroso. Tiene muy buenas ideas, es súper creativo. Me encanta su estilo propio, se siente súper seguro, como él marca su masculinidad y la búsqueda de sí mismo es hermoso”
Natasha, hermana.
Su familia ha sido incondicional y lo apoyan al máximo para ejecutar sus proyectos, además de que se complementan en el desarrollo de las actividades: un poco de psicología, conocimientos en estética y maquillaje hacen que Kenny pueda sentirse en libertad de expresarse como es y plasmarlo en su arte.
Uno de los detalles que más lo destacan es su gran sentido de compañía y cariño. ¿Un pequeño gesto con el que mejora el mundo todos los días? no deja que las personas terminen de comer solas, se queda en la mesa hasta que finalicen, porque para él es sumamente importante el estar presente.
“Va a ser un artista, es demasiado bueno en todo. Es muy noble y tiene sentimientos muy puros y grandes. Siento que él va a ayudar a cambiar los prejuicios, sabe quién es y lo tiene claro, además siempre está dispuesto a ayudar, comparte mucho con la familia y eso ya casi no se ve”
Linneth, hermana.
Kenny aún no tiene definido qué le gustaría estudiar en la universidad, pero aún le queda tiempo para pensar en eso. Sí menciona que cuando coleccionó Legos se dio cuenta de lo mucho que le gusta construir, por lo que no descarta que la Ingeniería Civil o la Arquitectura sean posibles opciones de carreras para el futuro, aparte claramente de desarrollarse en lo artístico, ya sea como escritor o actor de teatro.
Espera seguir cerca de Edunámica en esta etapa de la secundaria, “me gusta invertir mi tiempo en Edu” menciona a raíz de su participación en los talleres de Teatro y de Danza, los cuales disfrutó mucho y plasma en los videos de sus presentaciones. También lo hizo en el mural que pintó afuera de su casa como parte de su proyecto solidario.
El agradecimiento es grande por parte de su familia y afirman que estos espacios son de gran importancia para apoyar las capacidades que Kenny ha demostrado desde pequeño: con sus disfraces, las historias que ama contar y los dibujos que disfruta pintar, con esas pequeñas cosas que lo hacen ser un gran artista en desarrollo y un gran ser humano, con un alto potencial para seguir iluminando y mejorando el mundo en su día a día.