Se dice que se vale soñar siempre que se trabaje por alcanzar esos sueños. Así lo ha hecho Edgardo Acuña Molina, y por ese esfuerzo es que hoy, con tan solo 25 años ha podido lograr mucho de lo que desde niño añoraba. Su familia es de Grecia, vive con su papá Edgardo Acuña, su mamá Ana Patricia Molina, sus hermanos Joan y Soncire, de 16 y 22 años.
Las dificultades que pasaron como familia fueron muy complejas; su papá se vio en situaciones laborales muy difíciles por malentendidos y algunas injusticias, que incluso hicieron que en su infancia Edgardo tuviese que ayudar a su familia saliendo a vender helados y queques que preparaba su mamá para poder tener algo que comer en su mesa. Y es que, a veces, la vida permite que pasen algunas vivencias fuertes al mismo tiempo, pero que afortunadamente son momentáneas y dejan muchos aprendizajes a quienes las viven.
Edgardo tenía claro que quería entrar al Liceo Experimental Bilingüe de Grecia, pero para no jugarse la oportunidad, decidió hacer el examen en Grecia y en Sarchí. Su primer año fue en Sarchí y posteriormente pudo cambiarse al LEBG. Cuenta que esa primera experiencia fue muy difícil, tenía que levantarse muy temprano, tomar varios buses y como la situación económica en su casa era muy compleja, el dinero del que disponía para asistir a estudiar era mínimo y apenas para lograr llegar del colegio a su casa y de regreso, además la relación con sus compañeros era difícil y por ser de Grecia no encajaba en muchas cosas. Afortunadamente pudo hacer el traslado de colegio, sus papás le apoyaron muchísimo y en el 2010 inició en el LEBG. Edgardo comenta que, desde ese momento, la etapa de secundaria fue muy agradable, conectó muy bien con sus compañeros y compañeras y disfrutó mucho de su estudio.
“Edgardo es una persona que le gusta mucho el aprendizaje y sobretodo compartir conocimiento con las demás personas, es muy solidario, siempre atento a las necesidades de las personas que lo rodean, intenta siempre compartir con la familia y amigos, posee valores muy claros que da a conocer por medio de sus acciones. Es una persona llena de bondad”
Erickson Molina, primo.
Aunque la situación compleja en su casa se mantuvo varios años, hubo un momento que lo marcó muchísimo, su abuelo falleció dos semanas antes de sus 15 años, todo esto se vio rodeado también por otros momentos difíciles para su familia. Edunámica llega a ser de mucha ayuda con el proyecto de “Compu en casa” y con el apoyo económico, que fue fundamental para que pudiera continuar con sus estudios.
Desde sexto de la escuela sabía que quería ser ingeniero, cuenta que le decía a su familia que quería serlo y que no recuerda cómo, pero sabía que para eso tenía que ser bueno en inglés, y por eso tenía claro que debía ir al LEBG. Cuando terminó la secundaria, ingresó a Ingeniería en Sistemas en la Universidad Nacional. Al inicio no le fue muy bien, perdió algunos cursos, Matemática le costaba un poco, pero la constancia es parte de sus grandes virtudes y no se rindió hasta lograr pasar todos sus cursos.
Edgardo inició a trabajar mientras estudiaba, siempre con la idea de poder apoyar a su familia y salir adelante tanto académica como laboralmente. Empezó a trabajar en INTEL mientras finalizaba la carrera, el traslado de un lugar a otro y el ajuste con los horarios de las clases fue un reto importante, pero se las ingenió para cumplir con sus materias y se graduó con éxito en el 2019. En enero del 2020 inició a trabajar en TradeStation, una empresa que se encarga de intercambio de acciones en la bolsa, sus funciones son en Data Network, aplicaciones y almacenaje, es la persona más joven del equipo y está encargado de un proyecto de una aplicación que permite acceder a servidores desde la nube para el mantenimiento de estos.
“Es una persona responsable, honesta y leal. Siempre está dispuesto a colaborar, a ayudar, hace lo que se le pide y hasta más, tiene un sentido de excelencia y de búsqueda de la perfección en lo que hace”.
José Carlos Barrantes, amigo y compañero de trabajo.
En otros aspectos de su vida, a Edgardo siempre le ha interesado el tema de la Aeronáutica, por lo que con ayuda de Edu, participó en un Congreso organizado por la Asociación Centroamericana de Aeronáutica y del Espacio, quienes se encargan de preparar material de investigación aeroespacial, plantear leyes sobre el tema, organizar eventos y manejar el tema también alrededor del mundo.
En este momento, Edgardo es parte de la asociación y apoya con diferentes actividades, entre ellas el “Space Mission Challenge” que aunque esté en pausa por el tema del Covid-19, la idea es que niños y niñas entre 11 y 12 años participen creando un “robot” y puedan conocer mejor sobre todo este proceso de robótica y de misiones espaciales.
Además de esto, Edgardo es un joven activo a quién le ha gustado practicar deportes como boxeo, ciclismo, crossfit y sin duda el fútbol. También, en sus ratos libres apoya a un amigo que ofrece tours a distintos lugares del país y lo acompaña como guía para las personas. Le apasiona también todo el tema de la robótica, impresión en 3D y mantenimiento de equipos electrónicos.
Ha estado cerca de Edu desde secundaria, participó en varios proyectos, brindando charlas, información, apoyando y dando clases de inglés, matemática para nivelación a otros estudiantes de su escuela de infancia, la Eulogia Ruiz. “Mucho de lo que hago, lo hago por lo que me ha ayudado Edu, he aprendido que siempre se puede ayudar a alguien más”.
Con algunos amigos ha trabajado enseñándoles sobre mantenimiento de equipos, de computadoras para que puedan tener una idea y trabajar en eso, en caso de que les sea necesario. Edgardo dice que apoyar a otros le ayuda a él también a crecer y seguir aprendiendo, “la experiencia es sumamente importante y saber que hice algo por alguien más, también”.
“Lo conocí hace 11 años, desde entonces aprendí a admirar su dedicación, esfuerzo y determinación cuando decide que quiere algo, siempre es muy persistente y perseverante, y eso le ha llevado muy lejos en la vida hasta ahora y estoy segura que lo va a llevar por muchísimos caminos más y va a ser muy exitoso en su vida”.
Katherine Alfaro, mejor amiga
Edgardo planea seguir aprendiendo y conociendo más del tema de ingeniería y de aeronáutica. También espera poder seguir apoyando a su familia, que ahora recoge los frutos de todo el trabajo que han venido realizando en conjunto y que poco a poco han salido adelante, mucho más fuertes que hace unos años.